Si hay algo que pueda llamarse “naturaleza humana”, ¿no sería la contradicción?
Algunos han ido tan lejos como para llamarlo el principal problema humano del que emergen todos los demás.
Ernest Becket establece en su libro “La negación de la muerte” que, desde un punto de vista biológico, el principal objetivo de todo organismo (incluido el ser humano) es la auto-preservación y la reproducción. Para él, cada organismo dedica su tiempo a tratar de preservar y expandir su genoma.
Lo que pasa con los seres humanos es que hemos desarrollado conciencia y por lo tanto no solo interactuamos con un mundo material sino también con un mundo simbólico, lo que significa que la tarea de autoconservación y expansión puede ir al infinito, porque ese mundo simbólico no tiene limites.
Para Becket esto crea lo que él llama la ansiedad básica de la que derivan todos los demás miedos: el miedo a la muerte. El hecho de que tengamos acceso a lo infinito pero estemos “atrapados” en un cuerpo finito en descomposición nos hace temer nuestra extinción. Ese mismo cuerpo que nos mantiene vivos se convierte en una amenaza para la mente o el "yo" simbólico.

 

 

No podemos evitar encontrar un paralelismo entre la perspectiva de Becket y lo que Albert Camus llama el absurdo de la existencia humana: Escribe en “El mito de Sísifo” que la existencia humana es absurda porque no tiene mayor sentido que empujar una roca para que vuelva a caer y luego propone 3 soluciones a este absurdo: 1. el suicidio finito o suicidio material, 2. el suicidio infinito o suicidio filosófico, 3. la aceptación de este absurdo.

Coincidimos en la idea de que la única forma de seguir viviendo es aceptando lo infinito y lo finito y encontrando un equilibrio entre ellos. Hay algunos que darán más importancia a lo finito y se centrarán en conseguir riquezas materiales. Como hay algunos que verán más valor en el infinito y vivirán para una ideología...

Nosotros hacemos circo.

A través del circo entrenamos nuestros cuerpos finitos para lograr tanto como sea posible de lo que la mente infinita ha imaginado.

Así nacerá (in)finite, un espectáculo de circo para buscar y compartir nuestra propia forma de navegar las aguas de la existencia humana. 
Será un espectáculo en el que profundizaremos en nuestro propio circo y nuestra propia humanidad... para nosotros son casi lo mismo.